Y salí a pasear... y ¿a quién me encontré? A la mujer que me intentó ayudar cuando me perdí el primer día y a su niño (again) y qué bonicoooos, jiji. Esta vez me preguntó que qué tal, que cuánto tiempo me iba a quedar (ella pensaba que tan solo unos días) y cuando le dije que un año, enseguida me dijo que apuntara su teléfono por si necesitaba alguna cosa. El niño me llamaba "tía" que significa algo así como teta. Pero ya le dije mi nombre, y yo no recuerdo el suyo (era muy difícil de pronunciar).
Me despedí de ellos y continué mi paseo, hasta el río, en esa hora mágica en la cual la luz es brutal... qué bien se estaba...
No hay comentarios:
Publicar un comentario