El viento me pone los pelos de punta, pero el sol contrarresta los escalofríos.
El único sonido es el de los pájaros y frente a mi el Danubio, tranquilo y grande.
Apenas hay nubes y la brisa agita los árboles todavía verdes.
Una gaviota maniobra para beber.
Ya sé cómo se díce pez, es riva.
Hace un rato me encontré con la mujer y el niño que me quisieron ayudar cuando me perdí, le conté que finalmente un chico me acompañó a casa y que era a la otra parte del río (Vuka), después le enseñé un plano indicándole donde estaba exactamente la calle Vo´carska.
Voy a comprar pan en la panadería (pekara en croata).
doviđenja!
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