Nació vida de este balcón en ruinas.
Siguió todo en este lindo lugar.
Sus gentes, sus vidas, todo continuó.
Y aquí estoy, entre ellos,
conociéndome, conociéndolos.
Respirando cada momento,
saboreando los ratos junto al río,
las conversaciones con un desconocido,
las cervezas... de medio litro.
Un buen día,
como ayer,
como mañana,
otro día,
pero nunca igual...
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