martes, 27 de septiembre de 2011

en un trozo de papel

inmobilización social
el pan de cada día
el tú a lo tuyo
el no me interesa
parece que ataques a la gente con el hecho de invitarles.
la comunicación no es invasión
la movilización no es "mira, no tienen nada mejor que hacer"
invitar no es convencer
ofrecer no es malo
compartir provoca inseguridad, miedo en las personas
es mejor quedarme con mi "pan", con lo CONOCIDO
implicarse no provoca enfermedades
la creatividad, el hecho de pensar algo nuevo, de pensar...
es cosa de "bichos raros",
"prefiero mirar de lejos, por si acaso..."

trozo de algo (rescate libretero...)


Momentos mágicos
esos momentos mágicos intermitentes
parpadeando en el cielo
llenándose a medianoche
como las estrellas para el adiós
esos momentos mágicos
amarillo, rojo y azul
durmiendo en mi bolsillo

encontrado en... otra libreta


¿Qué somos sino seres racionales, relacionales?
¿Por qué negamos esa relacionalidad?
Por qué se nos contagian solamente las caras largas?
Y eso de compartir, ¿sabemos lo que significa?
¿Vivimos en el mismo mundo? ¿no parecen mundos paralelos?
¿En necesaria la superioridad?
¿No somos en el fondo todos iguales, igual de vulnerables?
La vida, el mundo podría ser maravilloso si nosotros quisiéramos, sin embargo rechazamos, humillamos, ignoramos, prejuiciamos, ...
Y es muy triste, al menos para mí, ahora mismo solamente lloraría...

Y no todo está perdido.
Quedan las miradas,
las sonrisas,
los abrazos,
los encuentros,
las casualidades,
el apoyo,
la ayuda inesperada,
la amistad,
el cariño,
el amor,
las personas con buen corazón.

encontrado en una libreta

Tal vez no tengamos nada que ver, pero probemos a fundirnos a menudo y derretir estas noches en vela interminables...

ando buscando...

ando buscando una reacción, algo de acción...pero creo que tan solo yo quedé prendida de la magia de aquella noche, el encantamiento se adueñó de mi, y de nadie más... Y aquí estoy, hecha una rana, esperando el beso o el tortazo que me devuelva mis alas...

un cuento de repente

En el cielo corrían las nubes. En la zona sureste de la plaza se había instalado el gueto italiano. Justo enfrente, al otro lado, seguía abierto el típico bar "de los quintos" y el parque se había transformado en columpios saludables para personas adultas, tal vez saludables.
Era un lunes de agosto y no había mucha gente.
El ritmo lo marcaba el goteo del aire acondicionado.
Decorada la plaza de latas de cerveza barata.
¿De donde viene la palabra aislar? aISLAR, de isla, y somos unos náufragos huérfanos...
¿Será esa María?
y las corcheas eran trozos de conversación.... sono un poco male.... la persona que....

lunes, 26 de septiembre de 2011

¡¡gracias Luis!!


volveré, no se si muy pronto,
no se cuándo exactamente,
pero volveré...

Domingo


Domingo...
domingo de encuentros
reencuentros
mezclas y tortillas
domingo de bizcocho y tartas
de charla y risa.
de regalos, gracias por regalarme este domingo!

domingo, 25 de septiembre de 2011

última animación


Tenía que poner aquí esta foto, jajaja, nos vestimos de boda para la ocasión. Hoy no puedo con mi alma... menudos niños, pues eso, como niños... Me lo pasé mu bien! y ellos, que es lo que importa. Bueno, ya estrené esto en plan contar cosas... hoy día para despedir a la perdía... jiji, ya os contaré. Muak!

sábado, 24 de septiembre de 2011

diciembre

Lugar mayoritariamente sombrío, 
lleno de lluvias y vientos fríos.


Estación de cumpleaños, 
mes de balances y muchos regalos.


Familia, lumbre, festividad y costumbre.


Tiempo de bufandas, 
de dormir en el pueblo con tres mantas...


Calidez, cercanía, frío y letanía... mezcla de emociones, mes de conclusiones.

mi primer papel escrito... sucedió en el metro...


Una luz en medio de la nada, como nosotros, como ovejas de un rebaño, siguiendo a la gente, imitando a la gente, intentando superar siempre a la gente y ¿para qué? Currando como esclavos sin tiempo para nada.
Miradas que intentan desnudar almas buscando defectos, nunca virtudes. Gente que tan solo piensa en su propio beneficio, fingiendo después sentir pena, rabia, impotencia de los males ajenos.
Malas, miradas malas, corazones sensibles con corteza dura en disfraces que nos toca llevar toda la vida y que son causa de sentimientos falsos.
Me gustaría tener el don de arrancar disfraces y descubrir almas.

¿Cómo os sentís cuando mecánicamente al llegar a casa encendéis por inercia la televisión? ¿cómo os sentís al ver todo lo que al mundo le ocurre? ¿Cómo os sentís en una gran tumbona de playa en pleno mes de agosto? Os lo diré, os sentís de puta madre,... pues nada, ya nada, os impide vivir en paz con vosotros mismos, y ¿por qué? Porque así os han educado, así os han amaestrado, cual fiel compañero canino. Ya no sentís el dolor, ya no sentís dolor que no sea vuestro, que no sea físico. Ya nada importa, nunca os ha importado nada, nada que no fuera vuestra vestimenta o cuenta bancaria. Y así van las cosas, como quieren, como los de arriba quieren, porque no tienen impedimento alguno para campar a sus anchas. Pues yo, pienso cortarme los hilos, y dejar de danzar cual marioneta al son de quien me mueve. No pienso quedar impasible a tal desastre, me cago en la cochambrosa y oculta dictadura que nos nubla, me cago en quien diga que todo esto es normal, que todo esto va bien, porque no es verdad... ¿Es que no lo veis? ¿No os dais cuenta? No, sé que no, sabéis lo que pasa, pero es mejor girar la cabeza, ¿verdad? es mejor silbar, cambiar de acera, es mejor andar mirando al suelo, en tu burbuja... pues me parece estupendo, ¡vivir!, ¡vivir en vuestra ignorancia!, aunque yo a eso no lo llamaría vivir... si en realidad estuvierais vivos reaccionaríais, si en realidad estuvierais vivos lucharíais por cambiar lo establecido, por hacer lo que en realidad os naciera y no lo dado, por creer en vuestras ideas y no en las que "dicen", lucharíais por ser vosotros, por haceros escuchar... y no lo hacéis.

desastre


El mundo: un desastre.
La sociedad: egoísta, conformista, ignorante.
El sistema en el que vivimos: un completo error.
Alguien dijo una vez: "EL DINERO NO DA LA FELICIDAD".
Vivimos gobernados por dinero, vivimos para y por el dinero, el dinero controla nuestras vidas, entonces
¿Y la felicidad?
¿y el bienestar?
¿quién se acuerda de eso?
¿quién se encarga de eso?
¿quién piensa en eso?
DINERO, DINERO y DINERO, no eres nadie sin DINERO.
El mundo se pudre mientras cuatro ávaros sin escrúpulos alardean de sus insuperables cifras. Y es una cosa que nunca entenderé, ¿cómo puede existir en el mundo gente así? creo que habría que añadir otra palabra al diccionario para clasificarlos, ya que no son personas, son monstruos incompasibles que arrasan con lo que haga falta para aumentar su capital.
Pero entonces, ¿son felices esos monstruos? pues la verdad es que no lo se, pero me gustaría saberlo.
El dinero es el que manda, entonces ¿podemos hacer que un ávaro con muuuucho dinero piense en el resto del mundo?
Es muy difícil, casi imposible, no se puede cambiar a las personas.
Por eso se intenta cambiar esta sociedad desde abajo y creo, que si la gente dejara de ser tan egoísta, conformista e ignorante las cosas cambiarían a mejor y este planeta se haría un poquito más habitable.


¡Despierta!
Abre los ojos, sepárate un poco de este montón de gente y observa, será entonces cuando te des cuenta de lo que pasa, de lo que haces, y se abrirá ante ti un gran abanico de posibilidades, un mundo, un montón de gente, de ideas, de opciones…

¡Piensa!
Piénsate junto al resto del mundo. Cree en un fin, en que lo lograrás. Piensa en tu función y no formes parte de una.

¡Actúa!
Haz realidad aquello que sientas que debes hacer. No te quedes con la idea, todo es posible, el no ya lo tenemos.
Y le dio por llorar, y lloró mares pensando que no volvería más. Pero pronto los mares fueron tan solo lagos, y estos charquitos. Y poco a poco se fue dando cuenta de todo lo que le quedaba por descubrir. Y vio al mundo, en su totalidad. Por primera vez lo vio, y sintió, que nada era imposible.

...

Es lo que intentamos evitar y en lo que todo el mundo acaba, tarde o temprano, cayendo, en la monotonía, la tristeza, el aislamiento. Un mundo gris, lleno de ruedas, de ruido. Mucha luz y poca lucidez. Mucha gente y poco respeto y poca comprensión. Mentes cerradas, negadas al cambio, o incapaces de cambiar. Vidas vecinas, paralelas, pero desconocidas. La misma gente en el mismo lugar todos los días, las mismas miradas que no ven, y así transcurre todo, y cada día has vivido un día más, ¿pero lo has vivido?

El barco


Aqui va un cuentecito, fantástico y viejo, tenerlo en cuenta, hace tiempo que lo escribí, jeje.

Y allí estaba yo, como todos los días, vigilando el mar. Era una tarde soleada, de esas que escasean, el agua reflejaba las nubes doradas por el sol, y todo estaba apaciblemente tranquilo. No soplaba ni una pizca de aire y yo estaba sentado en mi vieja hamaca admirando ese bello atardecer. De pronto, algo extraño, digo extraño porque hace mucho que no ronda un alma por estas aguas, divisé un barco. Era un barco precioso, grande, y ya tenía sus años, más que yo, y ya es decir. Me alegré de ver a alguien por estas aguas porque la vida de farero es muy triste la verdad. Cuando acabó mi turno, que es bastante flexible ya que soy el único que existe en esta apartada orilla, cené, leí y dormí. Dormí muy bien, cosa rara porque nunca puedo pegar ojo, debía ser por la visita de aquel misterioso barco. Los días siguientes fueron muy parecidos, la verdad es que siempre hago lo mismo, pero es que todos los días cuando vigilaba el mar, divisaba el mismo barco en el mismo sitio. Al principio pensaba que estarían pescando allí y por eso habían echado el ancla, pero al cabo de un mes aquella suposición ya se me hacía sospechosa. Me interesé tanto por el dichoso barco que cogí mi catalejo de mayor alcance para ver si veía en él a algún habitante y se calmaba mi curiosidad. Estuve unas tres horas enfocando a las distintas partes del barco, y allí no parecía haber el menor rastro de vida. Conforme pasaban los días, mi curiosidad aumentaba, era como una llama que me ardía dentro, necesitaba averiguar la procedencia y la causa por la cual había llegado hasta allí. Los días pasaban, Las semanas pasaban y mi curiosidad llegó a tal extremo que una mañana decidí coger mi vieja barca y embarcarme en la aventura de averiguar qué o quien había en ese barco. Al amanecer tomé rumbo hacia él, era tal mí ansiedad que llegué a mi destino en pocos minutos. Conforme me acercaba, me iba invadiendo una sensación de miedo, angustia, intranquilidad, suspense, sentía un vacío en el estómago que no era precisamente hambre. Cuando llegué a aquel misterioso barco, la tensión se me hacía inaguantable, hasta el más pequeño músculo de mi cuerpo estaba tenso. Me levanté como buenamente pude y entré en el barco. Fui directamente al camarote ya que en cubierta no había nadie. Después de hacer una detallada observación de todo lo que me rodeaba, llegué a la conclusión de que allí no había y nunca había habido nadie. De una de las paredes colgaba un antiguo y radiante espejo, en el cual tuve la tentación de mirarme. De haber sabido lo que ocurriría, jamás lo hubiera hecho. Sucedió algo que cambió mi vida, y de qué manera. Pasé de un estado a otro, de la noche al día, de blanco a negro, cuando me miré en ese fantasmal espejo no vi nada, sí como oyen, nada, ni siquiera mi reflejo, eso era lo que más me preocupaba. Me senté en un pequeño baúl, porque no me podía tener en pie, había sido un duro golpe. Después de recapacitar recordar todo lo que me acababa de ocurrir, llegué a la conclusión(ya que no podía ser de otra manera) de que yo estaba muerto. Llegué a la conclusión de que mi vida se había terminado, había acabado. Me sentí afligido y decidí salir a tomar el aire. Ya en cubierta se apoderó de mí una extraña fuerza sobrenatural que invadió absolutamente todo mi cuerpo. En ese instante parecía flotar, miré hacia abajo y vi que mis pies no tocaban el suelo. Y Seguí ascendiendo y ascendiendo hasta perderme en el infinito.

Sonreía


Sonreía, a todas horas, a todo el mundo. Por doquier veía cosas bonitas, personas buenas. Pero tuvo, como todos, la mala suerte de crecer.
Y fue al crecer cuando lo colorido se tornó gris, cuando lo bueno dejó de ser tan bueno. Solo buscaba una repuesta, un porque a tal desastre… y lo buscó, se pasó años buscando ese porque, observando, preguntando, aprendiendo… pero nada, nada obtuvo por respuesta, a ninguna conclusión llegó.
Y hoy, día de su octogésimo cumpleaños, rodeado de familiares y amigos, hoy, se ha dado cuenta de que dejamos de sonreír al ser conscientes de la presencia del resto del mundo. Y no lo entiende, nunca lo ha logrado entender y sabe que nunca lo entenderá. Pero aun así, sabe que su sonrisa también se perdió, quizá la dejó tras la mesa de la cocina de casa de sus padres, o en una camilla de hospital. O tal vez la regalara al último fotomatón. No lo sabe, no sabe que hizo con ella, pero lleva muchos años sin sacarla a la luz y eso lo duele. Sobretodo le duele saber que fue él mismo quien la ocultó para siempre…

¿por qué?


¿Por qué esquivar esas miradas? 
¿Por qué siempre tener prisa?

¿Por qué andar mirando al suelo?

¿Por qué incomodarse ante un piropo?

¿Por qué no dar ni la hora?

¿Por qué huir de las multitudes?

¿Por qué no ayudar a quien lo necesite?

...... Y luego


¿Por qué te quejas de estar solo/ a?


modo de conclusión, sobre asociaciones de vecinos y sociedad en general...Título de la entrada


La esfera pública que garantiza la ciudad es un escenario de aparición en el que los ciudadanos son capaces de política en la misma medida en que son capaces de “compartir palabras y actos”.
Compartir palabras y actos… o lo que es lo mismo, participar, porque al fin y al cabo de eso se trata, en eso consiste el hacer ciudadanía, en compartir, ayudar, ser vecino y algo más, no un “hola” y un “adiós”, ni un “buenos días”, sino luchar, junto con esa persona a la que solo saludas y a la que ves todos los días, por un fin común, por un bien para el barrio, porque aunque suene a tópico, la unión hace la fuerza, y está claro que cien personas podrán conseguir más que una sola, o al menos, harán más ruido o tendrán más recursos, más ideas, para llevar a cabo lo que se propongan. Y todo esto es muy bonito, eso de luchar, de hacer red, el “uno para todos y todos para uno”; pero sabemos, y bien sabido, que la realidad es bien distinta, que nadie da nada por nada, que la gente, la mayoría de la gente, tan solo pretende vivir tranquilamente sin molestar ni ser molestado, yo en mi casa, tú en la tuya… y dios en la de todos. Pero de esta forma, las cosas no cambiarán a mejor, sino todo lo contrario, de esta forma cada vez la gente se acostumbrará más a vivir en su burbuja y cada vez costará más movilizarla para luchar por algo que ellos mismos creen justo pero… “no va a servir de nada”… “no hay nada que hacer”… “es que no nos van a hacer caso”… y mil excusas más para seguir con el sofá en el culo y el mando en la mano… Y eso es lo que menos necesita esta sociedad, y en concreto esta asociación de vecinos, gente conformista, cómoda, egoísta, bien sabemos que al gobierno le viene muy bien, y a los ayuntamientos y a toda la administración que cada vez haya más gente así, porque no tendrán ningún problema para expropiar los terrenos que haga falta y edificar… para hacer la vista gorda ante la urgente necesidad de un ambulatorio, y mil cosas más…

algo


Soleado, cálido y a la vez fresquito, así está el día. Y ella danza, como movida por la inercia, por las calles de su ciudad… observa. Piensa en mil vidas, las imagina y siente lástima por todas ellas, irremediablemente. Sabe que nadie quiere ser lo que acaba siendo, que el tiempo y el dinero matan a las personas, y ella está entre todas ellas, eso es lo que más le duele… No sabe que hacer por cambiar esta situación, sabe que sola no logrará muchas cosas… o nada. Piensa en huir, lo ha pensado mil y una vez, pero no tiene valor, o no sabe donde, o siente miedo… no sabe exactamente que es, pero no se va… quizá esa no sea la solución.
A esos pensamientos le acompañan incansables sus pies. Camina sin descanso sin saber muy bien a donde va, nunca lo ha sabido… De repente alguien se interpone en su camino, es un niño. Un niño de unos 5 años, solo y desarrapado que la mira casi sin pestañear, pero no dice nada. Ella se detiene frente a él, y le mira. Por un instante se siente tan niña como ese niño, se siente como ante un espejo, y se da cuenta de todo lo que perdió al crecer, de todo lo que ahora le gustaría ser… De todo lo que la sociedad nos interpone, nos hace creer… al hacernos mayores…¿por donde andará Peter Pan? Podría encabezar la siguiente rebelión…

“… nadie llega, y hay que ser feliz en la escalera…”


Pues sí, no llega nadie,
pero eso no debería de importar,
somos nosotros,
somos un mundo,
conozcámoslo,
conozcámonos,
y más tarde y por casualidad,
alguien aparecerá…