Hola a todos;
Estoy haciendo un curso online sobre Educación intercultural, no se si os lo había dicho, pero necesito rentabilizar el tiempo y como no puedo estar quieta, pues ale, a estudiar un ratico, ejejje. Y para que sepáis un poquito más sobre la situación del lugar donde me encuentro, os pego aquí una breve investigación que hice sobre Vukovar, no es nada extraordinario pero con esto tendréis un poquito más de información:
Fuentes: Wikipedia y entrevistas informales con
personas que viven en Vukovar.
Estoy haciendo un curso online sobre Educación intercultural, no se si os lo había dicho, pero necesito rentabilizar el tiempo y como no puedo estar quieta, pues ale, a estudiar un ratico, ejejje. Y para que sepáis un poquito más sobre la situación del lugar donde me encuentro, os pego aquí una breve investigación que hice sobre Vukovar, no es nada extraordinario pero con esto tendréis un poquito más de información:
VUKOVAR: EDUCACIÓN
Y OCIO EN UN CONTEXTO DE POSTGUERRA.
En un territorio de 30.000 habitantes,
Vukovar, Croacia, conviven serbios y croatas, conviven dos nacionalidades, dos
religiones, dos culturas.
Pero es un caso particular este, pues se
trata de dos países que hace 20 años eran uno. Se trata de dos nacionalidades
que ya entes de esa guerra convivían, eran vecinos, vecinos que mataron a otros
vecinos por estar en el bando contrario.
Todavía hay mucho odio y eso se palpa, se
nota en la estructuración de la sociedad, en la disposición de unos y otros en
el mapa social de este territorio. Pues actualmente existen bares a los que
solamente van serbios o bares a los que solamente van croatas. Se crean grupos,
los diferentes países inventan nuevas palabras en su diccionario para
diferenciar dos idiomas que antes eran el mismo y que son prácticamente
idénticos.
Incluso los niños en educación infantil
(hasta los 6-7 años) van a clase separados, hay clase de serbios y clase de
croatas. Crecen diferenciados en lugar de aprendiendo a convivir. Croacia es
católica y Serbia ortodoxa (generalmente) y esto influye también en el
desarrollo y el día a día de esta comunidad.
Si al salir de un bar te despides en croata
cuando hay serbios delante estás marcando tu territorio y eso es lo que hacen
muchos, los que no son capaces todavía de aceptar la diferencia, los que
todavía consideran a los serbios como invasores por todo lo que pasó hace 20
años, pues Serbia atacó la Croacia y en este pueblo murieron miles de personas.
Es hablar de identidad cultural, ya que
muchos quieren hacer notar que existen, que son diferentes y que estaría bien
ser respetado por el otro. Pero en cambio la sociedad de acogida en este caso
no es siempre abierta y todavía quedan resquicios de una guerra que hizo mucho
daño.
Con respecto a la mujer, en la escuela no hay
diferencia puesto que todo van juntos a la misma clase y se trata por igual a
unos y a otros. La mayoría de profesores son mujeres.
En los bares, en la vida social, el día a
día, ahí sí que hay todavía diferencia, cosas que trabajar. Pues la mujer es la
que está en casa con los niños y el hombre el que pasa en el bar todo el tiempo
que puede. Existe una “cultura de café”, los bares están siempre llenos, es
allí donde transcurren los días, entre cafés. Pero son las mujeres las que se
ocupan de las tareas domésticas, del cuidado de los niños, de hacer la compra,
y eso se hace notar cada mañana en las calles de esta ciudad.
En esta parte del mundo, la Europa del este,
queda mucho trabajo por hacer para conseguir una igualdad entre hombre y
mujeres. Pero es un camino que está ahí para descubrirlo, recorrerlo e intentar
cambiar todo lo que debe cambiar para hacernos más humanos, más comunidad, para
sentirnos totalmente acogidos por el otro, respetados.
Marta Gómez Valle
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